La época presente se ha ganado el nombre de “Era de la Información”, por la cantidad y diversidad de datos que se disponen sobre los más variados aspectos de la realidad. Esa riqueza ha hecho posible el surgimiento de un comportamiento colectivo que ha sido llamado “Sociedad del Conocimiento”.
En la nueva sociedad que surge, la Estadística es el medio para que funcione con eficacia y se fortalezca como una sociedad plural, abierta y republicana. Para lograrlo es de fundamental importancia destacar que la Estadística no es la mera recopilación de números, sino el cultivo de la capacidad de pensar con los datos mediante el razonamiento crítico
Por ese motivo no solamente se deben organizar las instituciones que permitan producir la información económica y social requerida por la república, sino que al mismo tiempo se debe difundir el conocimiento necesario para analizarla e interpretarla correctamente.
En consecuencia es una prioridad impostergable .la educación, para que todos adquieran las habilidades necesarias, para el ejercicio pleno de la ciudadanía.
Al mismo tiempo el factor crítico para que la información que se reúna sea relevante, válida, confiable y oportuna, es la plena vigencia de un conjunto de garantías, derechos y obligaciones. La primera condición para que la información sea válida y confiable, es que exista un clima de confianza, en el que esté fuertemente protegida la confidencialidad, de los datos tanto de orden personal como patrimonial o comercial.
La obligación de extrema reserva debe alcanzar a todos los participantes en las distintas etapas del proceso estadístico, de manera que no existan brechas que permitan eventuales filtraciones, dejando establecido claramente que el quebrantamiento de esta cadena de valor, será un grave delito, que hará caer sobre los responsables toda la fuerza de la ley.
Para lograr un sistema efectivo, se requiere en la definición de la información relevante y necesaria la participación de los diferentes sectores sociales, a través de órganos colegiados independientes, como el Consejo Nacional de Estadística establecido por esta Ley, donde estarán representados los diferentes actores sociales, tanto públicos como privados.
La evolución tecnológica en materia de informática y comunicaciones ha modificado el escenario, dando por terminado el tradicional monopolio del Estado en materia de grandes sistemas de información.
Esos cambios multiplican la importancia de la regulación de las actividades que se desarrollen, a los efectos de que el acceso a la información sea equitativo para todos y al mismo tiempo que el proceso estadístico esté a cargo de profesionales idóneos y éticamente responsables.
La mencionada desaparición del monopolio exclusivo del Estado, no reduce la importancia del sector público en el campo de la información, sino que lo aumenta, porque es el único que puede garantizar la distribución equitativa de este bien público.
Por lo dicho antes, tienen importancia crítica los Estadísticos en la organización y producción estadística de la sociedad. La naturaleza técnica y altamente especializada del proceso estadístico, hace necesario que tanto la realización de las tareas, como la regulación y el control de las mismas, deba estar a cargo de profesionales especialmente preparados, los cuales estarán sujetos a un marco legal regulatorio apropiado..
En consecuencia el Estado debe delegar, como lo ha hecho a lo largo del tiempo en otros campos (derecho, medicina, ingeniería), en los profesionales Estadísticos la vigilancia y el control de la práctica profesional, mediante la aplicación de normas técnicas y de principios éticos, propios del campo del conocimiento estadístico.
Los organismos y dependencias de la Administración Pública que tengan a su cargo las actividades estadísticas, deberán estar vinculados en un sistema que permita poner en práctica los principios de comparabilidad, coordinación, no duplicación, compatibilidad e integración.
Las condiciones de idoneidad profesional ya mencionadas que son requeridas para la actividad estadística y la necesidad de una conducción eficaz del servicio estadístico, determinan la importancia crítica del cargo de Jefe Nacional de Estadística, que se crea por esta Ley, y que deberá ser cubierto por un experto con una trayectoria reconocida.
Las responsabilidades que le serán conferidas, hace necesario que su designación le ofrezca condiciones de independencia y estabilidad, que le permitan arbitrar con autoridad las tensiones y conflictos que naturalmente surgen en un proceso tan dinámico y tan cercano a los factores de poder, como es el de las estadísticas oficiales.
Otro aspecto que es de fundamental importancia en la relación con los informantes se refiere a la carga de información que se exige a las personas y a las empresas y organizaciones sociales. En ese sentido es prioritario hacer un esfuerzo constante para limitar dicha carga. Por esa razón se incluyen en la presente Ley disposiciones destinadas al desarrollo de la coordinación de las encuestas y registros administrativos, para evitar duplicaciones y fomentar la compatibilidad y comparabilidad, de los resultados.
Igualmente el SIEN deberá proveer los criterios y las normas a las que deberán ajustarse los productores comerciales de información, especialmente de aquella basada en encuestas. Al respecto se fijan en la presente Ley los datos de las encuestas que deben difundirse como parte de la ficha técnica, con el objeto de que los usuarios puedan elaborar su propio juicio sobre las mismas.
El propósito final de la información se alcanza cuando se pone a disposición de los usuarios. Por eso es fundamental el proceso de difusión de los resultados, el cual deberá ser de fácil acceso y gratuito, para que el principio de equidad quede salvado.